Pues la verdad que si alguien dispone de un plan de pensiones, el ejercicio 2013 y 2014 es un buen año para efectuar aportaciones.
El motivo es que al tener los tipos de IRPF tan altos, por la subida complementaria que se ha realizado en los ejercicios 2012 y 2013, el ahorro es mayor.
Veamos un ejemplo práctico:
Usted tiene la idea de aportar 3.000 euros cada año a su plan de pensiones, su tipo marginal del IRPF era del 37% y con la subida de 2012, 2013 y 2014 a pasado al 40%.
Esto significa que usted se “ahorraba” (al diferir el pago al momento del rescate) en la renta del año, lo siguiente:
2011 —- 3.000 x 37% —- 1.110 euros.
2012 —- 3.000 x 40% —- 1.200 euros.
2013 —- 3.000 x 40% —- 1.200 euros.
2014 —- 3.000 x 40% —- 1.200 euros.
2015 —- 3.000 x 37% —- 1.110 euros.
2016 —- 3.000 x 37% —- 1.110 euros.
Total ahorro —–6.900 euros
Por otro lado, si las mismas aportaciones las realizamos de este modo:
2011 —- 3.000 x 37% —- 1.110 euros.
2012 —- 3.000 x 40% —- 1.200 euros.
2013 —- 5.000 x 40% —- 2.000 euros.
2014 —- 5.000 x 40% —- 2.000 euros.
2015 —- 1.000 x 37% —- 370 euros.
2016 —- 1.000 x 37% —- 370 euros.
Total ahorro —–7.040 euros
Como podemos ver, aportando los mismos importes en el mismo número de años, el ahorro en renta es mayor.
Además hay que tener en cuenta, otros factores como el interés que le produce su plan de pensiones (ya que al haber aportado antes, esa cantidad producirá interés durante más años)
Hay que recordar que los planes de pensiones no producen un ahorro en el la tributación de la Renta (sino un diferimiento del impuesto) en el momento de aportación, hasta el rescate del mismo.
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